La iniciativa apunta a generar energía limpia para varias industrias de
la provincia y desarrollar las PyMEs del sector maderero, aprovechando
residuos de los aserraderos para fabricar pellet, un combustible que muy
usado a nivel internacional. El gobernador Sergio Urribarri recibió en
la Casa de Gobierno al presidente de Industriales Madereros de
Federación y sur de Corrientes, Sergio Corso, y al ingeniero agrónomo y
asesor de Industriales Madereros, Enrique Rieloff, entre otros
referentes del sector en la provincia.
Este modelo de producción de energía podría llegar a autoabastecer a los
propios aserraderos, además de generar pellet para reemplazar al gas
licuado en muchas industrias entrerrianas.
Hay más de 40 países en el mundo que elaboran pellet (porciones de
materia vegetal comprimidas para ser utilizadas como combustible); es un
recurso muy utilizado en Europa para la generación de energía. En la
Argentina se registran contadas iniciativas al respecto. La primera
planta se instalaría en Federación.
Todos los aserraderos quieren autoabastecerse en materia de energía, es
decir, producir su propia electricidad y calor porque de este modo no
dependerían del sistema eléctrico provincial y por otro lado también se
ahorraría un costo de producción importante. Una de cada seis toneladas
de residuos generarían energía mientras que las otras cinco se pueden
transformar en pellet.
El pellet puede reemplazar muy bien al gas licuado, por ejemplo. Todas
aquellas industrias, secaderos de granos, criaderos de pollos, calderas
que tienen zeppelines de gas licuado que es un combustible muy caro y es
importado en gran parte, podrían utilizar el pellet bajando su costo de
producción y ahorrando divisas.
El mandatario entrerriano recibió en la Casa de Gobierno al presidente
de Industriales Madereros de Federación y sur de Corrientes, Sergio
Corso y al ingeniero agrónomo y asesor de Industriales Madereros,
Enrique Rieloff, entre otros referentes del sector en la provincia.
Urribarri se mostró muy interesado en la propuesta, que consiste en la
posibilidad de reemplazar el uso de energías contaminantes, como la
generada a partir de combustibles fósiles, por energías amigables con el
medio ambiente y que permitan el desarrollo integral de la cadena de
valor de la madera.
Habrá otra reunión la semana próxima donde será presentada la hoja de
ruta para avanzar en el proyecto. Acompañaron al gobernador, el ministro
de Planeamiento, Juan Javier García; los secretarios de Energía, Raúl
Arroyo y de Medio Ambiente, Fernando Raffo, el senador Enrique Cresto y
el diputado Edgardo Jakimchuk.
García comentó que «se ha elaborado un proyecto para la trigeneración de
energía: eléctrica, a vapor y en base a pellet para seguir en la cadena
energética, a partir de biomasa».
Trigeneración de energía
Por su parte, el presidente de Industriales Madereros de Federación y
sur de Corrientes, Sergio Corso, explicó que «lo que queremos es tratar
los subproductos de la madera, chips, aserrín y viruta para la
trigeneración, tanto de energía como de pellet y de vapor para secar
madera». Al respecto, comentó que se elaboró un anteproyecto, que fue
presentado el gobernador: «Se trata de una planta piloto para replicar
en cualquier lugar donde tengamos subproductos, en toda la Mesopotamia»,
comentó.
Federación
«Tenemos asociados desde el norte hasta el sur aserraderos, así que es
una planta que podemos montarla en función de ver qué resultados nos da,
creemos que van a ser muy buenos. Pero también tiene la posibilidad de
replicarse en la provincia con otras ocho o 10 plantas más», indicó.
Dijo además que «este primer proyecto está siendo elaborado para
instalarse en Federación, donde hay un parque industrial con 46
industrias, de las cuales 14 nos hemos asociado». Esta iniciativa «es
muy importante para el sector, la provincia y el país, sobre todo para
suplantar energías que se traen de afuera», acotó.
Valorizar subproductos
Por su parte, el ingeniero agrónomo y asesor de Industriales Madereros,
Enrique Rieloff, explicó que «la idea surgió por el interés de los
aserradores de Federación que procesan madera y alrededor del 70 por
ciento de la materia prima que ellos procesan y que compran cara, se
transforma en un subproducto o residuo que vale muy poco».
En ese sentido, explicó que «por ejemplo, si se compran 400 pesos, lo
que termina vendiéndose en subproducto entre 30 y 100 pesos».
Por lo tanto, «la idea es valorizar el subproducto del aserrado de la
madera, que constituye la mayor parte de la madera que termina como
aserrín o viruta, se puede vender, pero tiene poco valor», explicó.
Autoabastecimiento energético
Es en ese contexto, que la idea tiene además otras razones: «Una es que
todos los aserraderos quieren ser autosuficientes en materia de energía,
es decir, producir su propia electricidad y calor porque de este modo
no dependerían del sistema eléctrico provincial y por otro lado también
se ahorraría un costo de producción importante», explicó.
«Uno de los objetivos de los aserraderos es autoproducir su propia
electricidad que van a consumir y si propio calor que necesitan para
procesos de secado de la madera», especificó. Al respecto, explicó: «Si
uno tiene seis toneladas de residuos, con una tonelada genera toda la
electricidad y el calor que necesita y las otra cinco toneladas las
puede transformar en otro producto, que en este caso, sería el pellet».
Pellet
El pellet, es un combustible que muy usado a nivel internacional: «Ya se
están moviendo en el mercado mundial alrededor de 20 millones de
toneladas de pellet por año», mencionó.
Para ejemplificar dijo: «En la Argentina se producen siete millones de
toneladas de trigo y se exportan cuatro y lo que se comercia de pellet
en el mundo son 15, por lo que es un mercado enorme, ya se consume mucho
en Europa y se produce en Amércia, África, Asia en Norteamérica».
Prueba piloto
Apuntó que «nuestro proyecto en primer lugar es chico, a modo de piloto y
demostrativo, que atendería una demanda de pellet regional y en la
provincia en distintas industrias ya que el pellet puede reemplazar muy
bien al gas licuado, por ejemplo. Todas aquellas industrias, secaderos
de granos, criaderos de pollos, calderas que tienen zeppelines de gas
licuado que es un combustible muy caro y es importado en gran parte,
podrían utilizarlo».
Por otro lado, «la mayoría de las calderas que usan petróleo, fuel oil o
diesel como son las calderas típicas de fábricas de lácteos, alimentos,
frigoríficos, podrían perfectamente utilizar el pellet, se ahorran un
gasto, bajan su costo de producción y el país se ahorra divisas. Esa
plata no sale de Entre Ríos, sino que la plata que se gasta en comprar
pellet va a quedar dentro de la provincia, moviendo un circuito
económico local, que es lo que nos interesa. Además, le baja el costo al
pollero, al frigorífico, a la empresa láctea, al tambero», indicó.
Pellets de madera
Respecto de lo que necesitan para comenzar a montar el proyecto, contó
que «en este momento en la Argentina hay fábricas de máquinas
pelleteras, pero lo hacen para otros productos: pellets de soja,
girasol, alimento balanceado. La misma fábrica puede hacer máquinas para
pellets de madera».
Por otra parte, «hay otros equipos que serían importados, como el de
generación de electricidad», pero «la caldera se podría construir en el
país, la pelletera se construye en el país, muchas de las máquinas
incluso se pueden construir en Entre Ríos. El 70 por ciento de los
componentes de la industria serían entrerrianos o nacionales», estimó.
El especialista destacó que «todo nuevo proyecto necesita un apoyo,
financiero, de políticas, acceso a una línea de créditos y se necesita
que el consumidor, se convenza que además de ahorrarse unos pesos, pueda
hacer un beneficio para la economía regional».
«Se necesita un poquito de espíritu entrerriano para tratar de ayudar a mejorar la economía local», aseguró.
Al respecto, resumió que «técnicamente no le vemos problema,
financieramente el resultado teórico de la corrida financiera es
positivo, es decir, no es un proyecto que va a perder dinero sino que va
a ganar, por un lado el que produce el producto y por otro, el que lo
consume. Y es en ese contexto que «también gana el país porque se ahora
en importación».
«No vemos de nadie que pueda resultar perdiendo, todo el mundo podría
ganar con un proyecto de estos y además, los pellets se están
produciendo en 40 países, hay más de 250 plantas en todo el mundo, se
están produciendo 30 millones de toneladas y en Argentina no se ha
empezado», dijo al finalizar.
FUENTE: El Heraldo (edición 13/04/13)